Desde hace ya algunas décadas, el sector porcino ha tratado de resolver la adaptación del lechón a la dieta sólida tras el destete. De hecho, conocemos bien las consecuencias gastrointestinales asociadas al destete y se han desarrollado varias estrategias nutricionales y de manejo que mejoran esta fase. Sin embargo, existen ciertas limitaciones a las que el sector todavía se está adaptando. Por ejemplo, la edad al destete que, cuando es posterior o cercana a los 28 días de edad, mejora la adaptación y el consumo post-destete.
Como inconveniente, se ha considerado que la mala aceptación del aliemento post-destete es una tendencia general del grupo y se ha pasado por alto la variabilidad individual, que es un aspecto clave. Probablemente, el trabajo científico más esclarecedor sobre la ingesta inicial tras el destete es de Brunninx et al, que data ya de 2001. Ellos identificaron que, en el día tres tras el destete, un 10 % de los lechones no habían consumido todavía alimento. Sin embargo, tenemos razones para creer que ese hecho no refleja todo el problema.
Asumiendo la capacidad del lechón para digerir alimentos sólidos y basándose en los requisitos de mantenimiento (179 kcal EN/ kg0.6; Everts, 2015), se necesitan 207 g de alimento/día (2500 kcal/kg) para que un cerdo de 6 kg no pierda peso, lo cual, en general, se consigue después de la primera semana. No obstante, surgen las siguientes preguntas:
- ¿Qué pasa con los cerdos que consumen por debajo del mantenimiento?
- ¿Qué pasa con la ingesta mínima para ayudar a mantener la integridad intestinal?
- ¿Tenemos bien caracterizados a estos cerdos y podemos ayudarles?
Sin réplica clara a estas preguntas, en la tabla 1, presentamos la proporción de cerdos que consumen menos de 10, 30, 60 y 100 g/día durante los primeros 4 días tras el destete (Swine Research Center, Boxmeer, Países Bajos). Teniendo en cuenta estos valores, el 30 % de los cerdos comen por debajo de la mitad de sus necesidades de mantenimiento los primeros días, lo que tiene consecuencias duraderas.
Tabla 1. Proporción de cerdos con un mal comienzo en la ingesta de pienso tras el destete utilizando estaciones de alimentación electrónica y monitorización individual.
No cerdos | < 10 g/d | < 30 g/d | < 60 g/d | < 100 g/d | < 207 g/d | |
---|---|---|---|---|---|---|
Día 0 (destete) | 1625 | 58% | 74% | 84% | 93% | 100% |
Día 1 | 2302 | 29% | 38% | 48% | 60% | 84% |
Día 2 | 2310 | 14% | 19% | 27% | 39% | 70% |
Día 3 | 2187 | 13% | 16% | 22% | 31% | 60% |
Estudios recientes demuestran que:
- Una elevada ingesta voluntaria de alimento entre los días 1 y 3 después del destete resultaba en una mayor ingesta de alimento y crecimiento hacia el final del post destete (Fabà et al., 2024a, 2024b).
- Una elevada ingesta inicial de alimento se asociaba con una mayor superficie y longitud de las vellosidades en el yeyuno y un menor contenido de histamina (proinflamatoria) y de productos de fermentación proteica en el intestino delgado (Fabà et al., 2024a).
Un consumo inicial bajo conduce a una peor salud intestinal e inflamación. Además, el proceso de recuperación se ve dificultado por la presencia de nutrientes no absorbidos y el riesgo de disbiosis.
Por lo tanto, para influir en estas vías queremos:
- Reducir el estrés
- Aumentar el apetito
- Suministrar nutrientes clave para la integridad intestinal
- Reducir la inflamación
- Minimizar el riesgo de disbiosis y patógenos
En un estudio se optó por evaluar lo más sencillo, y comparar tres estrategias que se esperaba que modificaran la ingesta inicial de alimento y la aceptación del mismo.
- Dos grupos se alimentaron con la misma dieta, que incluía una combinación de ingredientes de alta palatabilidad, suministrada sólo después del destete:
- con previo acceso a creep feed antes del destete (Control con creep feed) o
- sin previo acceso a creep feed antes del destete (Control sin creep feed).
- Un tercer tratamiento fue una dieta formulada para ser menos palatable y se suministró sólo después del destete sin previo acceso a aliemento (poco palatable sin creep feed).
Las dietas tratamiento (d0-14) se formularon estrictamente con el mismo valor nutricional:
- Lisina digestible ileal estandarizada (Lys DIE) = 11,3 y el mismo perfil de aminoácidos
- Proteína bruta (PB) = 17,4 %
- Fibra neutro detergente (FND) = 110
- Fibra ácido detergente (FAD) = 50
- Polisacáridos no amiláceos (PNA) = 148
- Fósforo digestible(dP )= 4,2
- Calcio (Ca) = 5,9
- Energía neta (EN) = 2400 kcal/kg
Todos los alimentos se ofrecieron ad libitum en corrales de 12 cerdos (12 corrales) que estaban equipados con una estación de alimentación electrónica de apertura única para controlar la ingesta individual de alimento (N = 108). Se recogieron muestras de saliva para análisis de cortisol y así evaluar si había un efecto sobre el nivel de estrés.
La ingesta diaria de alimento tras el destete se vio fuertemente afectada en el grupo con una dieta poco palatable, mostrando una reducción en la ingesta de alimento (Figura 1). Asimismo, se observó un efecto en la proporción de lechones con un consumo inicial bajo (lechones con un consumo acumulados <80 g entre día 1-3 post destete). Siendo 5,55 % para control con creep feed, 11,1 % para Control sin creep feed y 38,9 % para la dieta Poco palatable sin creep feed (Tabla 2). Aunque el grupo Poco palatable sin creep feed presenta un efecto compensatorio entre los días 23-28, la respuesta no es suficiente para igualar los pesos al final de precebo.
El peso final de los cerdos fue mayor en el control (19,2 kg), seguido del control sin creep feed (18,5 kg) y finalmente menor en el tratamiento de bajo palatabilidad (18,1 kg) a día 34 (ver tabla 2). Además, la dieta influyó sobre el nivel de estrés. El grupo de baja palatabilidad presentó mayores niveles de cortisol en saliva que el grupo control con creep feed mientras que en el control sin creep feed fue intermedio.
Para estudiar las consecuencias a largo plazo, utilizamos el peso corporal final de la prueba para modelizar los costos/kg repuesto en engorde, utilizando el software de modelización Watson®. Basándonos en literatura previa (Pluske et al., 1997; Fabà et al., 2024a), esperábamos que los cerdos con un bajo consumo inicial de alimento al destete tuvieran una mala salud gastrointestinal con consecuencias duraderas y negativas sobre el consumo y el crecimiento. Por lo tanto, incluimos en nuestras modelizaciones la proporción de cerdos que tuvieron un bajo consumo la primera semana post destete (5,55%, 11,1% y 38,9%, respectivamente).
Podemos observar cómo los costos y los resultados técnicos resultantes para la fase de engorde son realmente esclarecedores. Los animales del grupo control con creep feed, presentaron de media una mejor ganancia media diaria, un mejor índice de conversión y 1,9 kg más de peso final que el control sin creep feed; dando como resultado una mejora del margen sobre el costo del alimento de aproximadamente EUR 5 . Respecto a la dieta poco palatable sin creep feed, ésta resultó en peores parámetros productivos y peor margen (EUR 5,8) sobre el costo del alimento que el grupo control sin creep feed (tabla 2).
Tabla 2. Parámetros zootécnicos entre tratamientos dietéticos y modelización del crecimiento y costes de alimentación tras la fase de cría.
Grupo | ||||
---|---|---|---|---|
Control con creep feed | Control sin creep feed | Poco palatable sin creep feed | ||
Tratamiento dieta (d0 a 14) | Comercial | Comercial | Poco palatable | |
Creep feed (-7 a d0) | Sí | No | No | |
Semana 1 d0-7 | CMD, g/d | 154 | 159 | 70 |
Lechones con bajo consumo*, % | 5,55 | 11,1 | 38,9 | |
Cortisol en saliva, ppm | 4,1 | 4,5 | 4,7 | |
Precebo d0-34 |
CMD, g/d | 442 | 361 | 402 |
GMD, g/d | 360 | 327 | 323 | |
Peso vivo final, kg | 19,2 | 18,5 | 18,1 | |
Modelización de la fase de ceba-acabado (119 días) | Peso vivo final, kg | 121,7 | 119,8 | 116,1 |
GMD, g/d | 861 | 851 | 823 | |
Índice de conversión | 2,49 | 2,47 | 2,47 | |
Coste, €/kg ganancia |
0,697 | 0,695 | 0,695 | |
MSCP, € | 147,3 | 142,1 | 136,3 |
*Lechones con consumo por debajo de 80 g acumulados entre día 1-3 post destete.
CMD = consumo medio diario; GMD = ganancia media diaria; MSCP = Margen sobre coste de pienso.
Podemos así concluir el papel fundamental que juegan el buen arranque en el consumo de alimento temprano por parte del mayor porcentaje de lechones de la granja. Junto con la inclusión de un alimento creep feed en maternidad y una dieta altamente palatable, éstos son clave en la consecución de unos mejores resultados técnicos y económicos en la fase de ceba.